En Octubre del año pasado (creo) empecé a ir a aprender a dibujar cómics al taller del Gran Juan Pablo Milito. Mi idea era (y sigue siendo) hacer historietas.
Sin embargo, lo mío es escribir, no es que sea bueno, sino que es lo que me gusta, y desde que, hace un par años, empecé a hacer guiones de historietas (algunos de los cuales dibujó el fenomenal Germán Curti) ya nada fue lo mismo, encontré un nuevo lugar de expresión, que complementó, expandió y enriqueció mis horizontes literarios; encontré nuevos límites y sobre todo, nuevos espacios. Podría decirse,